En el portal de un edificio dos mujeres ven pasar el palio de su Hermandad. Un palio acompañado por Las Nieves de Olivares.
Suena una marcha que toca el corazón de esas dos mujeres. La primera ríe y señala su brazo a la compañera:
- Mira, los vellos de punta – se frota el brazo intentando que ese escalofrío que le recorre el cuerpo se calme. Intento fallido.
Al momento mira a su amiga, esta llora y decide seguir disfrutando de esa imagen que jamás olvidarán ni sus retinas ni sus oídos.
Justo al finalizar la marcha, inician un aplauso que se contagia a todo el público que se encontraba en aquella revirá.
Yo, como un músico más de mi familia, no pude evitar emocionarme cuando aquellas mujeres se acercan a la banda:
- Hijo, más bonito no se puede hacer
Como músico curioso, miro hacia el balcón que hay frente a ese portal, una pareja de personas mayores asienten varias veces con la cabeza y cuando ven que mis ojos conectan con los suyos, levantan el pulgar y gritan “¡qué bonito!”
Esta misma historia que te regalamos hemos podido vivirla bastantes veces durante esta Semana inolvidable. Por eso, queremos agradecerte a ti primero por sentir nuestra música, por tus aplausos, por tus felicitaciones a esta familia, que también es la tuya.
Gracias a cada Hermandad que ha vuelto a confiar en nuestra música.
Gracias a la persona que con su batuta no solo hace música, sino que nos transmite el sentimiento de cada nota. José Colomé.
Y gracias a cada miembro de esta familia, son los principales precursores para que sientas lo que sientes junto a esta familia, tu familia.
Comparte tus momentos por redes sociales con #SienteLasNieves. Te leemos.
_____________
Vicente Gil
@vicentesax
